El acceso a la salud sexual y reproductiva en un marco de respeto, dignidad, autonomía e inclusión es un derecho fundamental de todas las personas. Esta es una esfera de la vida que tiene profundas implicancias no sólo biológicas, sino que también psicosociales, culturales e incluso, espirituales.

Bajo esta premisa, y sabiendo que existen grandes brechas que salvar en términos de humanización e inclusión en la atención de salud es que como Pulso Austral desarrollamos esta iniciativa que busca favorecer el acceso de personas en situación de discapacidad cognitiva, sensorial o mental a prestaciones relativas a la salud sexual y reproductiva mediante la creación de una herramienta de comunicación aumentativa y alternativa que complemente o compense a la comunicación oral y facilite la interacción entre profesionales de la salud, las personas consultantes y sus familias.